Modismos: porque hablamos como queremos

Los mil y un usos de la palabra "chingar"



El muy mexicano verbo chingar, es difícil de explicar en un sólo contexto, ya que debemos situarlo en una circunstancia específica. Se utiliza lo mismo como calificativo que como adjetivo o verbo. Contradictoriamente puede significar algo bueno o malo, dependiendo de lo que anteceda o preceda. Creemos que la forma más fácil de ilustrar su aplicación, es por medio de ejemplos.
  • En circunstancias normales, cuando algo resulta ser muy sabroso se puede decir: ¡Esta sopa te quedó chingona!
  • Ahora bien, si el manjar en específico, es algo extraordinario, se puede decir: ¡Definitivamente la carne te quedó chingonsísima!
  • En contraparte, podemos demostrar nuestro disgusto diciendo: ¡Ni pruebes los frijoles, son una chingadera!
  • Ahora bien, si al servir la comida, la porción que nos toca resulta exagerada, se dice: ¡No seas bárbara, me serviste un chingo!
  • A proposito de exageraciones, para hablar de algo más que un chingo, se puede decir: Un chingamadral y más aún un:chingaputamadral, como superlativo superior.
  • Las contracciones aparecen cuando nos sirven muy poco: ¡No me chingues, es muy poquito, sírveme más! o... ¿Nada más esta chingaderita me tocó?
  • Dejando de lado a la comida, en la convivencia diaria, para designar a alguien que es muy bueno en alguna especialidad:
    ¡Victor es un chingón dibujando! o se puede decir... ¡Es una chingonería!
  • Al contrario si es muy malo: ¡Ni vayas con el mecánico de la esquina, vale para una chingada!
  • En el ámbito sexual, cuando un hombre logra después de muchos esfuerzos el tener relaciones con una mujer: ¡Por fin me la chingué!
  • Pero cuando se trata de reprimir a alguien por una mala acción se dice: ¡Ya ni la chingas!, ¿cómo fuiste capaz?
  • Las acciones ilegales se pueden expresar por medio del verbo chingar: ¡Me chingaron la parrilla del coche! o ¡Cuando me descuidé, que me chingan el portafolio!
  • Se dice que entre amigos: ¡No se valen chingaderas!
  • Refiriéndose a que no se puede abusar unos de otros. Cuando al grupo ha logrado destacar en un deporte, por ejemplo, se dice: ¡Son unos chingones! ¡ese equipo es una chingonería!
  • Las peores ofensa para el pueblo mexicano son: ¡Chinga tu madre! o¡Eres un hijo de la chingada!
  • Aunque modificando la primer expresión: ¡Mi madre se llevó una chinga!, significa que pasó muchos trabajos pesados.
  • Así refiriéndonos al trabajo podemos decir: ¡Este trabajo es una chinga! o ¡Ahora si nos llevamos una chinga hasta las 6:00!
  • Siguiendo con el trabajo, podemos decir sobre el jefe: ¡Ese desgraciado, solamante me está chingue y chingue para que renuncie! o ¡No voy a dejar que nadie me chingue mi trabajo!
  • Siguiendo en la oficina, podemos decir en secreto, refiriéndonos a la nueva secretaria: ¡Cuánto quieres apostar a que me la chingo en una semana!, es decir: ¡Cuánto quieres apostar a que me acuesto con ella en una semana!
  • Sobre el nuevo office boy, el jefe puede decir a un subalterno: ¡Déjalo que se chingue, para que aprenda!
  • Alguien que lleva mucho tiempo trabajando puede decir: ¡La única forma de llegar a tener algo tuyo, es chingándole!, o sea: trabajando duro.
La aplicación de este verbo, evidentemente es una forma de expresión popular y en ningún caso se justifica en pláticas formales, aunque es tan común, que se ha adoptado por todos los estratos sociales y políticos.
  • Cuando en elecciones se quiere acusar a alguien de fraude se dice:¡Nos chingaron, un chingo de votos!, o sea ¡Nos robaron muchos votos!
  • También cuando se preparan elecciones se puede escuchar:¡No voy a dejar que me chinguen!, es decir ¡No dejaré que me ganen!
  • Cuando el pueblo se queja de sus gobernantes,se dice: ¡Nos están chingando! o ¡Están robando un chingo!
  • Otra forma muy común de expresión es una muestra de júbilo, por ejemplo, si alguien gana una rifa o un concurso puede decir: ¡Ya chingamos!
  • No es lo mismo chingar a un hombre, que a una mujer, es decir, cuando se aplica de un hombre a otro, significa estafar, robar, engañar, pero de un hombre a una mujer, siempre implica una relación sexual.
  • Cuando alguien molesta y molesta con algo y te pone hasta el gorro, las exclamaciones más frecuentes son: ¡Ya, chingá! ... ¡Ya, chingao! ... ¡Con una chingada! ... ¡Qué bien chingas! ... ¡Te voy a chingar si sigues!
  • No solo se usa la palabra chingar como verbo, sino como un signo de admiración como puede ser al enterarse de algo y para rematar en vez de decir '¿De verdad?', se dice: ¡¿De veras a bendita naquez?!?! chinga!!! ¿de veras?
  • Es muy comun que cuando se haya arruinado algo (por ejemplo la televisión) se expresen de la siguiente manera: ¡Ya se chingó la tele!
En resumen, se ha escrito un chingo, sobre el verbo chingar, y son un chinguísimo de nacos los que han intentado explicarlo, chingándose explicaciones de alguien más chingón que ellos. Es una verdadera chinga el intentar explicar las multiples facetas de la palabra, pero creó que ya chingué.
Extra, "La chingada" es un lugar muy muy muy lejos.






Frases mexicanas que los extranjeros no entienden


Uno de los choques culturales más importantes cuando alguien conoce otro país, es el lenguaje. Y no nos referimos propiamente al uso de otro idioma, sino a los modismos, dichos y frases que tienen un sentido muy diferente al que podríamos pensar en primera instancia.
Así como hay frases que nos parecen raras o hasta incomprensibles de los españoles, argentinos, colombianos o panameños, lo mismo ocurre cuando un extranjero se acerca a nuestra lengua (no como nosotros quisiéramos, en el caso de algunas turistas guapetonas) y se topa con algunas frases muy raras para ellos. Veamos algunos ejemplos.
Frase: “Esta noche cena Pancho”
El extranjero entiende: Que en la noche cenarán con un señor de nombre Pancho.
En realidad significa: Que quien la dice, tendrá un encuentro sexual en las próximas horas.

Frase: “A cada capillita le llega su fiestecita”
El extranjero entiende: Que cada iglesia tiene su propia celebración, la mayoría de las veces relacionada con algún santo religioso.
En realidad significa: Que tarde o temprano a todos nos llegará una buena oportunidad en la vida.
Frase: “No hay pedo, estoy en una peda… bien pedo”
El extranjero entiende: La palabra “pedo” conflictúa mucho al extranjero. De hecho, si les decimos que “pedo” es una flatulencia, esta frase seguirá careciendo de sentido.
En realidad significa: No hay problema, estoy en un convivio tomando alcohol y ya estoy borracho.

Frase: “Estamos en el año de Hidalgo, que chingue a su madre el que deje algo”

El extranjero entiende: Que un señor llamado Hidalgo celebra algún aniversario y que no debemos dejar nada ¿de qué? quién sabe, pero no debemos dejar nada. Si lo hacemos, nuestro castigo será sostener un encuentro sexual con nuestra madre. WTF?!?!
En realidad significa: Que es el último año de algún gobierno y que los funcionarios y trabajadores deben aprovechar para obtener los mayores recursos y beneficios posibles.
Frase: “Me hace lo que el viento a Juárez”
El extranjero entiende: Que el viento le hace algo a un tal Juárez.
En realidad significa: Que alguna acción (muchas veces en nuestra contra) no nos afecta, o que nos da igual.

Frase: “Tanto pedo para cagar aguado”
El extranjero entiende: Que andamos mal de la panza.
En realidad significa: Que después de muchos esfuerzos o expectativas, algo no salió como esperábamos.
Frase: “Chiflando y aplaudiendo”
El extranjero entiende: Que alguien chifla y aplaude.
En realidad significa: Frase que dicen las suegras o chaperones cuando dos enamorados (generalmente en edad calenturienta) se encuentran juntos. Al chiflar y aplaudir, se impide que se usen las manos y la boca para fines carnales.
Frase: “Comerse la torta antes del recreo”
El extranjero entiende: Que un estudiante está hambreado y se come su lunch antes de que lo tenga permitido.
En realidad significa: Quedar embarazada a una edad muy joven, antes de estar preparada para ello.
Frase: “Le truena la reversa”
El extranjero entiende: Que un auto anda mal de la caja de transmisión.
En realidad significa: Que alguien tiene preferencia por las personas de su mismo sexo.
Frase: “Prender el boiler y no meterse a bañar”
El extranjero entiende: Que alguien encendió el calentador de agua para tomar una ducha, pero al final no lo hizo.
En realidad significa: Andar de caldufo(a) y a la mera hora no cumplirle a la dama o caballero en cuestión.
Frase: “Hablar sin pelos en la lengua”
El extranjero entiende: Que alguien no tiene pelos en la lengua ¿y por qué habría de tener? ¿Acaso se bajó por los chescos? (En un momento también lo explicamos).
En realidad significa: Hablar sin tapujos, ni pena. Directamente.
Frase: Bajarse por los chescos
El extranjero entiende: Que alguien es mandado a la tienda por unos refrescos.
En realidad significa: Realizar una felación.

Frase: “Andar con el Jesús en la boca”

El extranjero entiende: Que un tal Jesús está pegado a la boca de otra persona.

En realidad significa: Estar preocupado.
Frase: “No te metas en camisa de once varas”
El extranjero entiende: Que alguien se pone una camisa con once lanzas atravesadas.
En realidad significa: Evita meterte en problemas.
Frase: “Alza tu cuarto”
El extranjero entiende: Que alguien debe cargar o levantar un cuarto.
En realidad significa: Limpiar tu cuarto.
Frase: “No te hagas pato”
El extranjero entiende: Que alguien (probablemente con poderes mágicos) no debe transformarse en un pato.
En realidad significa: No andar de ocioso ni evadir responsabilidades.
Frase: “Se lo puso como camote”
El extranjero entiende: Ponerse a otra persona como un camote (con crema y todas esas cosas).
En realidad significa: Regañar o llamarle la atención a otra persona.
Frase: “Se me fue el Santo al Cielo”
El extranjero entiende: Que alguien tenía un luchador y éste se fue volando de repente. Sí, como Remedios la Bella.
En realidad significa: Me distraje y olvidé algo.
Frase: “Voy a sacarle la sopa”
El extranjero entiende: Hacer que alguien vomite la sopa que se comió.
En realidad significa: Lograr que alguien diga la verdad.
Frase: “Le voy a leer la cartilla”
El extranjero entiende: Leerle la cartilla militar (o romántica, no sabemos) a otra persona.
En realidad significa: Amenazar o advertir.
Frase: “Taparle el ojo al macho”
El extranjero entiende: Taparle un ojo a un hombre, muy hombre.
En realidad significa: Fingir.

Frase: “Está esperando, pero ahora que se alivie…”
El extranjero entiende: Que una mujer enferma está esperando algo o a alguien.
En realidad significa: “Después de que esta mujer embarazada tenga a su bebé…”.
Frase: “Dale el avión”
El extranjero entiende: Cédele tu avión a alguien.
En realidad significa: Darle por su lado a otra persona (quizá un extranjero tampoco entienda esto… o piense en una relación sexual convencional).




13 frases que sólo los mexicanos entendemos


“¡Ya nos cayó el chahuiztle!”

El chahuiztle es una plaga que afecta a muchos cultivos de interés alimenticio. Cuando nos cae el chahuiztle queremos decir que nuestros problemas están a punto de empeorar, como quien dice “ya valió madre”. Algunas personas equivocan la frase y suelen decir “¡ya nos cargó el chahuiztle!”; afirmación evidentemente incorrecta, ya que el chahuiztle es un hongo y es bien sabido que los hongos no tienen brazos con los cuales cargarnos. Existen, sin embargo, otros personajes que si nos pueden cargar como el payaso, la tiznada, pifas, el coco y la chingada.

“¡Le andas dando vuelo a la hilacha!”

¡Atáscate que hay lodo! Darse vuelo se refiere a esa saludable actitud de seguir hasta que el cuerpo aguante… y un poquito más. La hilacha (literalmente un pedazo de tela cualquiera) representa tu fuente de placer favorita o la que esté más a la mano en el momento que decides darle vuelo.

“¿Te doy un aventón al metro?”

Lejos del tono eutanásico que podría tener esta frase si se toma muy literal, lo único que está expresando es nuestro bondadoso deseo de acercarte a tu destino. No hay necesidad de entrar en pánico.

“Tu cuate el fresa me cae bien gordo”.

Quiere decir: Ese amigo tuyo es demasiado [cheto, popis, pijo, creído, cuico, pituco o cualquiera de sus equivalentes] y no simpatizo con él en lo absoluto.

“¡Ya, afloja!”

El significado de esta frase dependerá del contexto, los interlocutores y el objeto a aflojar. Pedirle a alguien que afloje el varo implica el cobro de alguna deuda; pedirle a un amigo queafloje alguna de sus pertenencias es una solicitud de préstamo; mientras que pedirle a alguien que te gusta que afloje, sin más especificaciones, siempre deberá interpretarse como una invitación a que afloje las nalgas, o sea, a disfrutar de un rato de sano esparcimiento. Ahora que si un desconocido con mala actitud te pide que aflojes… probablemente estás siendo víctima de un asalto.

“Amárrate esas pinches agujetas que te vas a dar un ranazo”.

Uno de esos cariñosos consejos que las madres mexicanas suelen dar a todo pulmón, es también una frase inescrutable para todo hispanohablante que no conozca al menos uno de los dos localismos involucrados. Las agujetas son los cordones de los zapatos y un ranazo es el típico madrazo que se meten los niños, por ejemplo, cuando no se amarran las agujetas.

“Fui a chacharear un rato”.

Quiere decir que alguien tiene demasiado tiempo libre y no tiene la menor idea de qué hacer con él. Chacharear es una forma de procrastinar que involucra ir a tu centro comercial, tianguis o mercado más cercano sin un objetivo específico y sin la mínima intención de comprar nada. Actividad muy socorrida cuando uno sale de vacaciones.

“Me quedé echando la hueva todo el día”.

Otro caso de alguien con demasiado tiempo libre, pero sin la iniciativa de (por lo menos) ir a chacharear. Alguien que admite estar echando la hueva está orgulloso de su condición de huevón y busca ser la envidia de todo aquel que no se pueda dar el mismo gusto.

“¡Sepa la bola!”

Frase por demás curiosa que sustituye a un simple no sé, pero que apela a una entidad abstracta (la bola en este caso) que se las sabe de todas todas. La bola de esta frase apela a los levantamientos populares en la época de la Revolución Mexicana, cuando dicha bola se la pasaba armando desmadre aprovechando el clima de inestabilidad social. Yo prefiero pensar en una bola mística omnisciente que alberga en su redondez todas las respuestas de la humanidad.

“Mi bici no es nueva pero da el gatazo”.

Uno de los pocos ejemplos en los que el sufijo azo no tiene valor aumentativo ni lleva un madrazo implícito. Dar el gatazoquiere decir guardar las apariencias. Cosas, personas, perros y gatos pueden aparentar ser algo distinto a lo que son y así dar el gatazo.

“Me hace lo que el viento a Juárez”.

Esta frase tiene todos los elementos necesarios para convertirse en un clásico: involucra fuerzas de la naturaleza, personajes históricos y aunque todos los mexicanos entienden su significado, nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene. Aunque las teorías que justifican por qué a Benito Juárez el viento no le hizo nada, ninguna prevalece sobre las otras. Yo me quedo con la versión de que ni los vientos más huracanados tenían la capacidad de despeinar a Don Benito a consecuencia de algún menjurje que se embarraba en el pelo todas las mañanas. Ese peinadito no era obra de la casualidad, se los aseguro.

“¡Rífate por la banda!”

Expresión con connotaciones de juego de azar y fútbol que es muy utilizada entre amigos (la banda) para exigir a alguno de sus miembros que haga un esfuerzo extra (que se rife) en nombre del bien común o del bien del que habla. En este casorifar cambia su acepción de sortear por la de arriesgarse… arriesgarse a pagarle la cuenta a tus amigos, a pasar por ellos, a acompañar a alguno a una reunión familiar aburridísima, etcétera, etcétera.

“Ahí nos vidrios”

O sea que aquí se rompió una taza… y ya saben lo que eso significa.





Los mil y un usos de la palabra "Madre"


A la madre se le respeta.  Y esto es especialmente cierto en México, dónde la madre juega un papel importantísimo como símbolo y personaje. Bien dice Santiago Ramírez, en su intento por mostrar un perfil psicológico de la sociedad mexicana, que el mexicano se caracteriza por tener un exceso de madre. Pero este exceso de madre también tiene una parte lingüística, ya que no sólo hablamos de nuestras progenitoras cuando hablamos de esta u otra madre. Nuestra obsesión semántica por la madre puede confundir al viajero casual que,  al enfrentarse con una avalancha de acepciones,  tiene dificultades para distinguir lo bueno de lo malo y lo cordial, de lo meramente agresivo.      
Partirse la madre. Esforzarse mucho y, también, golpearse muy fuerte. Por ejemplo: “Me parto la madre en el trabajo para pagar la renta” o “Me partí la madre en el trabajo y necesito un doctor.”
Madres. Cosas. 
Madrecita. Utilizado para calificar objetos como “más pequeños de lo deseado”. También es un apelativo de respeto hacia mujeres de edad avanzada.  
Me vale madres. Expresión de desinterés. 
No tienes madre. Sentencia reprobatoria para condenar conductas ajenas (que nosotros también practicamos, pero que jamás aceptaríamos públicamente). No tener madre es, básicamente, ser un sinvergüenza.   
Estar a toda madre. Estar estupendo.
¡Qué poca madre! Juicio de valor negativo. 
Estar hasta la madre. Mostrarse particularmente harto de alguna situación. También, estar bien pedo.    
Madre. Sinónimo cuasi universal aplicable a objetos inanimados y animales pequeños. Forma más simple de la sustitución léxica en el español de México. Por ejemplo, en la oración “Pásame el reloj que está encima de aquella repisa”, podemos sustituir los dos sustantivos, teniendo como resultado “Pásame la madre que está encima de aquella otra madre”.  
Estoy madreadísimo. Situación en la que se encuentra una persona que ha caído en los excesos, ya sean de naturaleza deportiva, laboral, etílica, lúdica o cualquiera de sus combinaciones. 
¡Madres! o ¡En la madre! Expresión de incredulidad o asombro.
¡Qué madriza! Utilizado para calificar una batalla como desigual. Por ejemplo: “¡Qué madriza le puso Alemania a Brasil!”.
¡Qué madrazo! Expresión de asombro o preocupación a consecuencia de la intensidad en una colisión. 
Ni madres.  Nada. “No entiendo ni madres”.
¡Ni madres! Negación rotunda. 
Vamos a partir madres. Expresa seguridad en la victoria en un contexto competitivo. También es una invitación a la violencia… 
Valió madre(s). “Se echo a perder”. Aplica para planes, empleos, relaciones interpersonales, salud, electrodomésticos y comida. Por ejemplo: “Dejaste la leche afuera del refri y valió madres”.  
A chingar a su madre. Invitación a que alguien deje el recinto en el que se encuentra en ese momento y busque uno nuevo. ¡Fuera!








MIL Y UN USOS DE LA PALABRA PEDO



Por    Twitter: @pavelorockstar
Este artículo es otro pedo. Les vamos a enseñar 15 usos y significados que los chilangos le damos a esta palabra. Según nosotros quedó al puro pedo, así que no la hagan de pedo con que no les gustó.  Compártanla sobre todo con sus amigos extranjeros, que siempre se muestran incrédulos ante todas las maneras en que utilizamos esta dichosa palabra.

¡Agarra el pedo, carnal!

Funciona como sinónimo de “agarrar la onda”, una sutil invitación a que te pongas a las vivas en la comprensión de un asunto en particular: “¡no te duermas, agarra el pedo!”. También es una invitación a que seas más empático con alguna situación: “agarra el pedo carnal, no me han depositado, mañana te pago”. 

Ya ando bien pedo. ¡hic!

La peda es el sinónimo de la borrachera, de agarrar la jarra, de ponerse una briaga. Pueden ser caseras o de antro, dependiendo de los gustos y los presupuestos. Por extensión, el que anda en la peda, es el pedo, el borracho, el briagoberto. Hay quien se empeda con Tonayan y quien lo hace con champaña. Pero al final todos terminan como pucha de pingüino: hasta el piso. 

A ver, a ver, no la hagas de pedo

Hacerla de pedo es tirar bronca, hacerla de jamón. Hay veces en el que el pedo (el borracho) no agarra el pedo de que ya está muy ebrio y por todo la hace de pedo. A este fenómeno también se le conoce como malacopear. Pero no es necesario andar entonado para hacerla de pedo, hay gente que es pedera por todo y hace problemas a la menor provocación, de esos que hasta lo que no comen les hace daño. 

¿Qué pedo?

Sabes que tu relación amistosa es realmente sincera cuándo cambias el “¿qué tal?” o el “¿qué onda?” por un enjundioso “¿qué pedo?”. Es una manera cercana, alivianada y sincera de preguntarle a alguien cómo va su día. Cuando alguien pregunta “¿cómo estás?” en automático uno contesta “bien”, por educación. Pero el “qué pedo” va más allá. Puedes contestar tu estado de ánimo, lo que estás haciendo, de lo que traes ganas. 

¡¿Qué pedo?!

No confundir con el modismo de arriba. La intencionalidad y entonación lo son todo. Este es el equivalente mexicano del “WTF?”, y lo usamos cuando queremos expresar una sorpresa desmesurada. Pongamos un ejemplo. Estás en el antro con tu amigo el “Cuasi”, te lo llevas para verte más guapo a su lado por puritito contraste. Al final de la noche el Cuasi se ligó a cuatro morras y tú más solo que Hans Solo. Y a ti sólo te resta exclamar: ¡¿QUÉ PEDO?! 

¡Está al puro pedo!

Algo que está al puro pedo, es algo que está excelso, chingón, en su punto. No hay argumento más veraz de que algo no puede estar mejor. Supongamos que vas al mercado de autos, pues te quieres hacer de una navecita seminueva porque la patria no da para más. Te gustó uno que no se ve tan traqueteado, pero carrocerías vemos, motores no sabemos. Le preguntas al vendedor que si se encuentra en buenas condiciones y él te contesta: “¡No mano, este coche está al puro pedo!” Y pues le crees, porque “estar al puro pedo” es estar dos rayitas arriba de la excelencia.

¡No mames, esa peli es otro pedo!

Ser otro pedo es estar en un nivel fuera de esta dimensión. Cuando una peli es otro pedo, es que te va a cambiar la vida. Cuando una chava es otro pedo es que es guapa, inteligente, divertida y encima es cero mamila. Así que ya sabes, cuando alguien te tiene en la más alta estima, se expresará de ti como una persona que es “otro pedo”.

Bu, ya ni pedo L

Es nuestra manera de expresar resignación ante un evento al que le habíamos echado ganitas y finalmente se cebó. Como cuando aplicamos para una chamba chingona y resulta que se la dieron al amigo del primo del jefe y nos quedamos con el coraje entripado. Decimos “ya ni pedo” cuando en realidad quisiéramos decir “hijo del hule, yo lo hubiera hecho más chingón”. 

A ver, bájale a tu pedo

Decimos esto poniendo la palma de la mano abierta hacia el susodicho que está armando una bronca innecesaria. Es la manera de mantener a raya a alguien que se está pasando de intensito. Esta expresión tiene unos memes bien chidos: uno de un ejecutivo y el inmortal de Carmelita Salinas en su trajecito sastre azul. ¡Adorada! 

Ya se despedorró


Usamos esta frase cuando algo se descompuso o sufrió una avería. Es el equivalente al “ya se chingó” para referirse a un daño físico. Pero también significa que algo más allá de la descompostura, quedó totalmente pa’l perro. “Perenganito iba manejando pedo y despedorró su coche contra un poste, el muy animal”. ¿Se dan cuenta cómo la palabra pedo aparece mezclada en sus diversas variantes?

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